Cuando las hadas se revelan

Cuando las hadas se revelan

sábado, 15 de junio de 2019

Aportes críticos del paradigma Élfico/Feérico

El Universo Feérico se ve actualmente como un Mundo cargado de posibilidades ilimitadas, de conexión con el avance hacia la trascendencia y del logro de un mayor bienestar personal. 

Este post no busca hacer amigos, sino poner de manifiesto algo que desde hace tiempo los catalogados como expertos en folclor feérico o elficólogos están haciendo; NOS MIENTEN.

Este blog nació en gran parte motivado por el descubrimiento del investigador y escritor francés Pierre Dubois, del cual se ha promocionado bastante en este blog. Sin embargo, Dubois, con el que he además he mantenido comunicación epistolar ya que no utiliza ningún tipo de tecnología moderna, aunque es un tipo amable y cercano, tiene una gran inventiva e imaginación, así que, entremos en materia;


Varios libros de Pierre Dubois, de 1991 en adelante.

Dubois ha mencionado a las pillywiggins (un supuesto tipo de hadas de las flores) en muchas de sus obras, pero no estoy seguro de cuál fue la primera. Sé que los incluyó al menos en 1991, nombrandolos en su novela gráfica Pixies. 

Lo que pasa con Dubois es que es un escritor creativo, no un erudito en folklore. Regularmente altera a las criaturas del folklore para satisfacer sus propósitos. Parisette (una planta) y Tisanière (una infusión de té de hierbas) aparecen como criaturas feéricas en sus libros. "Freddy" - Freddy Krueger! - Obtiene una entrada en una lista de bogeymen (espantacriaturas o cocos en el mundo Hispano). Y luego están las muchas criaturas que no aparecen en ninguna parte antes de los escritos de Dubois: Danthienne, H'awouahoua, Lorialet, Scarille, Tiddyfollicoles, etc. Muchos de estos se han abierto camino hacia otras obras de fantasía. 

En la Gran Enciclopedia de Duendes (1992), Dubois afirma haber encontrado una mención de las pillywiggins entre otras criaturas feéricas en un manuscrito del siglo XI titulado Aelfsidem , traducido por " WT Dodgsons Luchtat, 1334, Meinster, p. 526." Dubois y las personas que lo citan son los únicos que mencionan este manuscrito. Además, las "citas" de Aelfsidem se leen exactamente como todo lo demás que escribe Dubois, y las hadas, duendecillos y ondinas que enumera son altamente anacrónicas. (Si buscamos seres de su tiempo en los manuscritos medievales, es más probable que encontremos incubos, súcubos, faunos y dríades). Con frecuencia, Dubois inventa citas ficticias de la manera lúdica de un escritor de fantasía que construye un mundo. Un ejemplo es su famoso erudito y alter ego "Petrus Barbygère", que es, de hecho, un personaje ficticio y el protagonista de una de las series de cómics de Dubois. Esto no ha impedido que algunos autores confundidos citen los libros y la gente del universo de Dubois como fuentes. 

Su Enciclopedia de las Hadas da una descripción más larga de las pillywiggins, explicando que tienen características insectoides y pueden tomar la forma de abejas o libélulas. El texto está lleno de errores. Francis James Childe se convierte en "Frances Jammes", y la artista Cicely Mary Barker es "Cecily Mary Broker. "Sin embargo, el trabajo de Dubois introdujo a los pillywiggins en el Folclore Feérico francés. (1)

Por otra parte en su obra L’Elféméride; le grand legéndaire de las saisons – printemps. Contiene errores sintácticos como nombrar al “BASAJUAN” que para unos es un Señor del Bosque para otros investigadores sería un tipo de Hombre Salvaje, cuando el nombre correcto es BASAJAUN.

En este sentido también podríamos decir que las investigaciones relacionadas con lo FEÉRICO son una reacción a la ciencia y la razón y forman parte de un renovado interés por lo oculto, mientras que los cultos feéricos constituyen una forma de religión alternativa.

En cuanto al papel que la elficología intenta jugar como ciencia, el problema no es exactamente que la elficología rehúse seguir los caminos lógicos y metodológicos definidos por los filósofos de la ciencia, sino que tenga su base en la cultura popular y no en la cultura elitista de la ciencia. Ello es lo que impide a la elficología adquirir un estatuto científico. Un cierto número de factores explicarían esta situación:

1) Los recursos financieros. La elficología se nutre de recursos de sus propios miembros, y no de organismos oficiales. Los elficólogos tienen que investigar en su tiempo libre, por lo que la investigación está sometida a factores laborales y familiares.

2) Reclutamiento. El papel social de los elficólogos no está claramente definido. Unos se consideran científicos mientras que otros toman un papel de detectives y otros de asistentes sociales. No existe un método de formación ni de normas que se deban seguir. Para unos la elficología es un pasatiempo y para otros una religión. La mayoría ignoran los principio y prácticas de la ciencia.

3) Conocimientos. No existe en la elficología un conjunto de conocimientos coherente. Una parte de esa información procede del New Age o metafísico. Hay todo un movimiento social en torno de las Hadas que sospecha de la ciencia y del gobierno. Este sentimiento crea una ligazón entre los miembros del movimiento.

4) Difusión de la información. Los elficólogos no tienen apenas control sobre su imagen en la prensa porque no cuentan con portavoces definidos. Por otro lado, no tienen acceso a las revistas científicas. Esto es debido en parte al carácter exclusivo de la ciencia, que intenta mantener sus propios límites.

Como resultado de todo esto, si la elficología desea ser más científica deberá cumplir, resumidamente, las siguientes condiciones:

1) Desligarse del movimiento social.

2) Tener control sobre la forma como el tema se trata en la prensa, designando portavoces.

3) Obtener acceso a las revistas científicas.

4) Definir el papel social de los elficólogos y seleccionar a aquellos que quieren tratar el tema como ciencia.

Todo ello contiene consecuencias de gran interés para el ambiente elficológico de cualquier país, incluida España.

Desde otro prisma, Creo que algo estamos haciendo mal. Es decir, he conocido a personas en las que bajo un interés grande en el mundo de las hadas, han evolucionado a un cierto grado de desinterés al conocer fakes históricos como el de las Hadas de Cottingley. Esto fue en el siglo XX, imaginaos esto en pleno siglo XXI que es la época por antonomasia de las “fake news”. 

¿Tiene más peso la MENTIRA que el estudio serio del folclore feérico independientemente de si nos encontramos con algo real o no?

Ya para concluir, cabría pensar si hay algo más que decir sobre la elficología/feericología o si todo se resume a una repetición y reiteración de catálogos similares sobre los distintos tipos interminables de criaturas élfico-feéricas. Falta además un consenso en la comunidad investigativa de las realidades élficas sobre el término a implantar de forma definitiva en cómo llamar al estudio de elfos, hadas, etc. Si Elficología, Feericología… o si son términos totalmente inventados y construidos con un sesgo concreto.

O por otro lado también, si incluir estos estudios dentro de otras esferas más amplias como lo Daimónico o lo Forteano ya que puede que seamos reduccionistas en los términos, si bien es cierto que existe una especie de obsesión por unificar y crear una Teoría del Todo. Es interesante también cuestionarse la idea de mirar hacia otros frentes más importantes como la lucha política y social en la búsqueda de la mejora de las condiciones humanas, animales y de la tierra, en lugar de dedicarnos a “buscar elfos y duendes…” 

El investigador Richard Ely, discípulo de Dubois, y con el que mantengo cierto contacto, tiene una gran reticencia a la hora de abordar criaturas que se salgan de los parámetros feéricos como los críptidos o alienígenas…

¿Exceso de reduccionismo o una justa parcelación que desafía a una Teoría Unificadora?.

En importantes elficólogos/as de diversas partes del mundo he podido ver ciertas actitudes a la hora de ponerme en contacto con ellos a la hora de abordar un plan de unificación internacional en lo concerniente a lo feérico;

- Un interés previo que se convierte con el tiempo en dejadez u omisión de respuestas
- Un interés por “educación” o compromiso sin dar lugar a un proyecto más ambicioso y colaborativo de las realidades élficas.

- Un desinterés absoluto o una omisión completa de respuesta en mi afán de colaborar.

Dicho todo esto y para ir terminando, expreso una frase a colación de mi reflexión que hace más de una década me dijo un compañero de trabajo, ecologista y obrero y de la cual no he podido averiguar su autor;

LA ÚNICA VERDAD ES QUE TODO ES MENTIRA.




Óscar Robles

Nota (1). Esta información ha sido extraída gracias a la labor del autor/a del siguiente blog; https://writinginmargins.weebly.com/home/pillywiggins-in-pop-culture

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