Cuando las hadas se revelan

Cuando las hadas se revelan

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Entrevista a Jesús Callejo

Publico a continuación la entrevista que le hice a Jesús Callejo en la que tratamos los diversos puntos y aspectos del mundo de la elficología y los seres mágicos de la naturaleza.

Jesús Callejo Cabo (Valderas, 1959)
Por todos los amantes de lo insólito, las tradiciones, leyendas y la parte desconocida de la historia es conocido Jesús Callejo, pero para quien todavía no lo conozca decir sobre él que es un investigador Licenciado en Derecho, actualmente se encuentra en excedencia y en los últimos años se ha dedicado por completo a la búsqueda de temas tan variados como la existencia de gnomos, duendes y hadas, los lugares sagrados, plantas de poder, etc. 

Con cerca de una treintena de libros escritos y actualmente director del programa la Escóbula de la Brújula, podríamos citarle como uno de los investigadores de los seres feéricos más importantes del mundo hispanohablante. 

Agradezco a Jesús Callejo su disposición para responder a las preguntas y su amabilidad. Ahí va la interesantísima entrevista.

1. El neologismo de elficología fue creado por Pierre Dubois en los años 60 para designar el estudio de todos los seres feéricos que supuestamente habitan el planeta. Sin embargo, a mediados del siglo XIX nos encontramos con otra palabra para designar estos estudios como lo es el vocablo inglés “fairyology”. La pregunta es ¿Falta un consenso para concretar un término sobre los estudios de la gente pequeña? ¿Crees que es necesaria una palabra para nombrar estos estudios o nos vale con decir que se investiga a los seres elementales de la naturaleza?

Falta consenso, es evidente, pues a la hora de designar a estos seres de manera genérica tampoco nos ponemos de acuerdo: elfos, hadas, elementales, espíritus de la naturaleza, Gente Menuda, etc. Para mí, el neologismo de elficología me gusta más que el término anglosajón. Si bien creo que lo más importante no es tanto el nombre que reciba esta disciplina sino el contenido y el estudio serio de todos estos seres.

2. Vemos como principalmente en los países nórdicos las investigaciones sobre la gente pequeña y seres similares gozan del apoyo y financiación de las entidades estatales como los más de 400.000 € que otorgaron al investigador Lars Christian Romer para investigar la posible existencia del troll de la Isla de Bornholm. ¿Qué hace falta para que en nuestro país se otorguen esas ayudas a investigaciones de este calado?

Hay que ser realistas. En España tanto a corto como a medio plazo es imposible que destinen dinero para la investigación de estos temas pues otros de mayor calado social y mediático como son las investigaciones arqueológicas o científicas se las ven y se las desean para conseguir financiación o subvenciones. Solo cambiaría si las entidades estatales o las empresas privadas vieran resultados directos y espectaculares, algo difícil a la hora de tratar a estos seres de la Naturaleza pues ya sabemos que son escurridizos y no se dejan ver, investigar, fotografiar y mucho menos capturar. 

3. Como investigador que eres del mundo de los espíritus de la naturaleza, imagino que te han llegado casos de personas que han avistado seres feéricos. ¿Alguno que resaltar y que te haya llamado la atención por sus características?

Con frecuencia recibo fotos y testimonios orales y escritos de personas que creen haber visto a esta clase de seres, pero no están seguro de ello y recurren a mí para que lo confirme. La gran mayoría de las veces la experiencia es subjetiva y sin testigos, por lo que poco puedo aportar. En cuanto a fotografías, las pruebas suelen ser muy endebles y de fácil interpretación (pareidolias, orbes, fraudes, efectos ópticos, etc.). Uno de los investigadores que más me ha llamado la atención en su afán por demostrar la existencia de estas criaturas es Hernán Bado autor del blog "Entre el pueblo mágico" (http://entreelpueblomagico.blogspot.com.es/) aportando "pruebas" bastante consistentes sobre la realidad de estos seres gracias a un método de filtros.

4. ¿Sería una idea muy ingenua crear un centro, asociación, llámese como se quiera, para el estudio y divulgación de la gente pequeña en nuestro país? Hace unos años se creó la Sociedad Española de Criptozoología, la cual no tuvo mucho éxito. ¿Crees que sería viable una supuesta Sociedad Española de Elficología en nuestro país?

De momento no lo veo viable por las mismas razones de la ausencia de financiación para esta clase de estudios, salvo algún mecenas generoso y convencido. Hay mucho camino que recorrer aún, pues su estudio sigue confinado al mundo del folklore y no al ámbito universitario, al ámbito de las creencias y no al de las evidencias. Es verdad que cada vez hay más gente que cree en la posibilidad de que estos seres formen parte de la vida de este planeta y de otras dimensiones y se apuntarían a esa Sociedad, pero tal vez uno de los problemas sería ahuyentar a los frikis que solo quieren protagonismo y alimentar la Sociedad con nuevos casos e investigaciones. No somos demasiados en el ámbito hispano los que investigamos a estas criaturas desde hace años y de manera seria.

5. España es uno de los países con más riqueza en cuanto a diversidad y cantidad de seres feéricos. Sin embargo, contamos con poquísimas obras escritas dedicadas a estos seres salvo las tuyas en colaboración con Carlos Canales como: la trilogía gnomos, hadas y duendes, seres y lugares en los que usted no cree, etc. ¿A qué crees que se debe ese “vacío” literario sobre los seres mágicos de España?

Su investigación, si se hace bien y no es un simple refrito, lleva muchos años y esfuerzo y encima no se suele reconocer el mérito de ahondar en nuestro pasado legendario y mitológico. El vacío literario es más bien en obras genéricas sobre esta temática, pero no tanto en obras locales o circunscritas a Comunidades Autónomas donde cada vez más se rescatan del olvido estas historias. Hace poco se ha publicado "50 lugares mágicos de Extremadura", de Israel Espino, donde se mencionan casos de gnomos que custodian tesoros en esas tierras extremeñas.

6. ¿Qué ser feérico es tu preferido y por qué?

Yo tengo predilección por los señores del bosque, como el busgoso asturiano o el baxajaun vasco. ¿Por qué? porque es la reminiscencia más clara del ser protector de un hábitat sagrado y que así fue reconocido por nuestros antepasados tanto en épocas paganas como cristianas donde tuvieron que demonizar a estos dioses al ver que tenían rabos y cuernos. Un Señor del Bosque ayuda al caminante o castiga a quien no esté en sintonía con ese hábitat. Son los auténticos guardianes del mundo salvaje, primigenio y natural.

7. A nivel más global nos encontramos con atrevidos proyectos como La Sociedad de Investigación de las Hadas en Reino Unido, el ELFEN Project en Canadá y la Escuela dedicada al estudio de los elfos en Islandia. Todas dedicadas al estudio serio y riguroso de los espíritus de la naturaleza. ¿Qué opinión te merecen tan pioneros proyectos?

Todo lo que se haga en pro del conocimiento de estos seres me parece loable. Es verdad que Gran Bretaña e Islandia nos llevan mucho terreno ganado pues allí la tradición se ha mantenido viva y han surgido muchos investigadores y folkloristas que no solo han rescatado casos de hace siglos, sino que en la actualidad la gente no tiene prejuicios de contar lo que están viendo y viviendo. Acuérdate de que hace unos años se tuvo que suspender la construcción de una carretera en la Península Alfanes, en Islandia, porque presentaba una amenaza a la vida de los elfos de esa zona. Y en México ocurre algo parecido con los aluxes por culpa de los cuales se llegan a suspender excavaciones arqueológicas hasta que no se les construye un altar. En España, si algo así ocurriera, no creo que saliera a la luz.

8. Pierre Dubois se presenta como el “padre de la elficología” , ya que fue el inventor de este neologismo para designar el estudio de los elementales de la naturaleza. Sin embargo la elficología cuenta con una trayectoria mucho más amplia en la que podríamos citar a elficólogos a título póstumo como Robert Kirk o Paracelso. ¿Conoces la obra de Dubois y aceptas tú mismo autodenominarte elficólogo?

Si un elficólogo es aquel que estudia a los seres mágicos de la Naturaleza sin duda soy uno de ellos, pero el problema es el nombre que a veces limita el campo de estudio. Yo no investigo solo a los elfos sino también los lugares mágicos donde se producen manifestaciones de lo sagrado y muchas veces los causantes de esos fenómenos no son gnomos, hadas o duendes sino otra clase de criaturas sobrenaturales. La obra de Dubois la conozco de manera indirecta a través de otros libros que le citan y siempre me ha gustado su perspectiva ecológica del respeto a la Naturaleza que está poblada por estos espíritus y su alusión al poder de la imaginación como herramienta eficaz para adentrarse en un mundo donde nada es lo que parece.

9. En la radio y televisión españolas vemos en contadas ocasiones intervenciones para abordar el fenómeno de la existencia de entidades o seres feéricos, así como congresos dedicados a esta temática ¿Por qué ocupan tan poco estos estudios en los medios del misterio de nuestro país?

Por desgracia, la mayoría de las veces que aparecen estos temas en televisión es para burlarse de ellos o para reducirlos al ámbito infantil, con películas o series de dibujos animados que hacen un flaco favor a su divulgación seria. La radio es otra cosa pues yo mismo, Carlos Canales y otros amigos hemos dado charlas sobre la Gente Menuda y siempre la acogida ha sido muy favorable. De hecho, en breve tengo previsto dedicar un programa de radio de La Escóbula de la Brújula a los libros, estudios y leyendas relacionadas con la elficología en general y con las hadas hispanas en particular. 

10. Para concluir añade unas últimas palabras si así lo deseas y cuéntanos cómo ves el futuro de los estudios e investigaciones sobre la “gente pequeña”. 

Hay que ser optimistas porque la conciencia de la humanidad va cambiando. Hace siglos se admitía sin ningún problema la coexistencia con estas criaturas, pero a partir del siglo XVIII se pensó que era incompatible la razón con la creencia en lo sobrenatural. A medida que la gente se va haciendo más sensible con el respeto a la Naturaleza, el amor a los animales y el que cada vez haya más testigos directos de estas manifestaciones, esa apertura de mente se está produciendo y acelerando. Habrá un día que no se hable de la Gente Menuda como creencia sino como certeza de su existencia.

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